MIPE - FITOPATOLOGIA

FITOPATOLOGIA

LAS ENFERMEDADES

ENFERMEDADES FISIOLÓGICAS
ENFERMEDADES PATOLÓGICAS

ENFERMEDADES FISIOLÓGICAS
         Toxicidad mineral


         DEFICIENCIAS DE CALCIO (CULILLO)
DEFICIENCIAS DE CALCIO EN TOMATE  (CULILLO)



         Deficiencias nutricionales


Nariz blanda en Mango (Deficiencia de Calcio - Boro)

         pH inadecuado del suelo

         Falta o exceso de agua

         Falta de Oxígeno

         Temperaturas extremas

         Falta o exceso de luz

         Polución



LAS ENFERMEDADES PATOLÓGICAS

SINTOMATOLOGÍA DE ENFERMEDADES PATOLÓGICAS

-PUDRICIONES
         Involucra descomposición total del tejido y afecta raíces, tallos y frutos.

-CANCER
         Lesión hundida seca en los tallos.

-MANCHA FOLIAR
         Lesión pequeña, redonda o alargada pero de bordes bien definidos

-TIZON
         Lesión foliar que cubre gran área de la hoja afectada

-OIDIUM
         Mildéu polvoso o polvillo en la superficie foliar, generalmente con deformación del tejido

-MILDIU
         Mildéu velloso – vellosidad (micelio) del hongo que generalmente crece en el envés de la hoja causando malformación y decoloración del tejido

-ROÑA
         Malformación de la lámina foliar o tejido

-CARBON
         Daño en espiga de cereales en las cuales el grano se transforma en masas de esporas negras

-ROYA
         Enfermedad foliar que se caracteriza por masas de esporas (pústulas) en la superficie foliar

-MARCHITAMIENTO
         Flacidez en el follaje y tallos por falta de agua, causado por daño en la raíz o taponamiento de los haces vasculares

-AGALLAS
         Crecimiento anormal de los tejidos de la raíz o tallo


HONGOS PATÓGENOS DE PLANTAS SUPERIORES

SAPROFITOS  Los saprófitos se desarrollan sobre tejidos muertos, en donde el hospedante no tiene posibilidad de reaccionar, o en materiales inorgánicos.

SAPROFITOS FACULTATIVOS Cuyo ciclo de vida está íntimamente ligado al hospedante, pero pueden vivir como saprófitos durante parte de su ciclo. No hay límites definidos entre saprófitos facultativos y parásitos facultativos, simplemente el saprófito facultativo tiene mayor potencial patogénico que el parásito facultativo. La mayoría de los fitopatógenos se encuentra en situación  intermedia.

PARASITOS  Es un organismo que vive total o parcialmente a expensas de tejido vivo.

PARASITOS FACULTATIVOS Aquellos en que alguna parte de su ciclo no requiere de un huésped, ordinariamente son saprófitos pero pueden convertirse en parásitos bajo ciertas condiciones, generalmente cuando el medio ambiente las hace más susceptibles y las propiedades patogénicas del organismo pueden expresarse al máximo.

PARASITOS OBLIGADOS No puede cultivarse sobre un medio artificial, solamente en células vivas.

POSTULADOS DE KOCH

Para determinar la patogenicidad de un organismo, se adaptaron los métodos establecidos por Koch en 1881, para estudios similares en humanos y animales. El estableció ciertos postulados que deben ser satisfechos para asegurar que existe patogenicidad. 

En síntesis los  postulados de Koch son:
  1.  El  microorganismo debe estar siempre asociado con la enfermedad y a su vez la enfermedad no debe aparecer sin que el microorganismo este o haya estado presente.
  2.  El microorganismo debe aislarse en cultivo puro (in vitro) y deben estudiarse sus caracteres específicos.
  3. Cuando el hospedante sano se inocula con el cultivo (in vitro) puro bajo condiciones favorables, deben producirse los síntomas de la enfermedad.
  4.  El microorganismo debe ser re aislado del hospedante inoculado y debe mostrar las mismas características en cultivo (in vitro), que el que se aisló anteriormente.
Los parásitos obligados no crecen en medios artificiales  de cultivo, solamente en tejido vivo, por lo que han obligado a hacer modificaciones al postulado.

  
HONGOS FITOPATÓGENOS

Alrededor de dos tercios de las enfermedades de las plantas son causadas por hongos. Se conocen cerca de 100.000 especies, de las cuales la mayoría son saprófitos obligados, pero alrededor de 8.000 son fitoparásitos.
Son organismos eucariontes como las plantas, los animales y los protistas.
Hongos fitopatógenos
Los hongos carecen de clorofila y por lo tanto deben de obtener sus nutrientes ya elaborados. La pared celular está formada por quitina, celulosa o ambas, permitiéndoles un alto grado de interacción con el substrato.

Antes de describir las diferentes clases de hongos, es necesario conocer sus estructuras:

Micelio: Cuerpo vegetativo o talo, generalmente formado por ramificaciones filamentosas llamadas hifas.
Hifa:  Cada uno de los filamentos que forman el micelio.
Haustorio:  Apéndice o proyección especializada de la hifa, que sirve a ciertos hongos para extraer nutrimentos de las células del hospedante.
Esclerocio:           Cuerpo vegetativo macroscópico, de consistencia dura, que generalmente sirve como medio de sobrevivencia en condiciones adversas.
Estroma:    Aglomeración compacta de hifas, a manera de colchón, en la cual se forman las fructificaciones del hongo, ya sea
en su superficie o dentro de cavidades especiales.
Rizomorfo:    Haz compacto y elongado de hifas, en forma de cordón, resistente a condiciones adversas del ambiente. Esta estructura es característica de ciertos hongos del suelo.
Espora:    Cuerpo formado por una o varias células, que puede separarse del micelio y bajo condiciones favorables, producir un nuevo micelio; sirve como medio de diseminación y reproducción.
Conidio:      Espora asexual, generalmente no resistente (decidua),
que se forma sobre hifas especializadas, llamadas conidióforos
Clamidospora:     Espora asexual, generalmente resistente, y de
pared gruesa, que se forma en una hifa o en un conidio por transformación de una o varias células.
Esporangio:         Órgano que produce esporas asexuales endógenas. El esporangio se forma sobre una hifa modificada llamada esporangióforo.  Las esporangiosporas, formadas dentro del esporangio,  pueden tener flagelos, en cuyo caso se les llama zoosporas



CLASE FICOMICETES

La característica principal de los Ficomicetes es la de tener un micelio cenocítico, es decir, sin paredes transversales o septas; el micelio es un tubo, generalmente ramificado, lleno de protoplasma.
Otra característica de los Ficomicetes es la producción de esporangios, estructuras de reproducción asexual que se forman sobre los esporangióforos.
Los esporangios pueden germinar directamente, mediante la producción de un tubo germinativo, o indirectamente, produciendo un número variable de esporas, llamadas zoosporas cuando son flageladas y esporangiosporas cuando no poseen flagelos.

Ciclo de vida de un Ficomicete

Dentro de los Ficomicetes fitopatógenos hay gran diversidad de ciclos de vida, dependiendo, entre otras cosas, del tipo de reproducción sexual y asexual y del hábitat de cada uno. La especie más estudiada dentro de esta clase es Phytophthora infestans, cuyo ciclo de vida como patógeno de papa puede servir como ilustración.
El tizón tardío de la papa, causado por P. infestans, se caracteriza por lesiones necróticas en las hojas, tallos y tubérculos; estas lesiones pueden permanecer localizadas o volverse extensivas.
Bajo condiciones de alta humedad relativa, se desarrolla gran cantidad de esporangióforos en el envés de las lesiones foliares; estos esporangióforos salen a través de los estomas. En cada esporangióforo se producen numerosos esporangios, que pueden ser llevados por corrientes de aire a otras hojas, o bien lavados por la lluvia hacia el suelo.
Si un esporangio se deposita en una película de agua, libera numerosas zoosporas flageladas, que se desplazan en el líquido; si esto ocurre sobre una hoja de papa, las zoosporas pueden germinar y penetrar directamente por la epidermis. Una vez establecido el nuevo micelio en la hoja, la lesión se desarrolla rápidamente, y en pocos días pueden producirse nuevos esporangióforos y esporangios.
Este ciclo aéreo puede repetirse muchas veces en una mismo papal; si las condiciones ambientales permanecen favorables, y la variedad afectada es susceptible, el follaje puede ser totalmente destruido.
Si el esporangio está en el suelo, muchas de las zoosporas que libera son arrastradas por el agua hasta los tubérculos e inician infecciones en éstos. El hongo puede causar pudrición del tubérculo en el almacenamiento, o bien permanecer latente e inconspicuo (no visible); en el caso de tubérculos usados como semilla, muchas infecciones se activan al desarrollarse los brotes, y el micelio vuelve a producir esporangióforos y esporangios, que reinician la enfermedad en un nuevo papal.

Géneros de importancia fitopatológica

Pythium.

Las especies pertenecientes a este género producen anteridios y oogonios en hifas simples. La reproducción asexual se lleva a cabo por medio de esporangios que, cuando alcanzan la madurez, producen una vesícula de pared delgada que luego se rompe y libera las zoosporas. La mayoría de las especies del género Pythium vive en el suelo; atacan plantas jóvenes y causan el "mal del talluelo"; también atacan raíces y tallos de plantas adultas, donde causan pudriciones corticales (de la corteza).

Géneros de importancia fitopatológica

Phytophthora.

Presenta una reproducción sexual similar a Pythium, pero en la reproducción asexual las zoosporas no son liberadas en vesículas sino que salen directamente. Phytophthora es uno de los géneros más importantes de los hongos fitopatógenos; muchas especies atacan las partes aéreas de las plantas; otras permanecen en el suelo y causan el "mal del talluelo" en plantas jóvenes, o bien pudriciones y llagas corticales en tallos y raíces de plantas adultas. Entre las especies más importantes en los trópicos están: P. infestans en tomate y papa; P. cinnamomi en aguacate; P. palmivora en cacao, papaya, tabaco, cocotero y otros; P. parasítica en piña, papaya y otros; P. capsici en chile o ají y P: citrophthora en cítricos.
Peronospora, Bremia, Sclerospora, Plasmopara, Peronoplasmopara y Basidiospora.
Estos géneros pertenecen a la misma familia y se diferencian de los anteriores, principalmente, porque tienen esporangióforos bien diferenciados; se distinguen entre sí por el tipo de ramificación de los esporangióforos.
Los seis géneros son parásitos obligados y causan la "mildius vellosos" o “mideos vellosos”, caracterizados por un crecimiento velloso espeso del hongo en el envés de las hojas.

Géneros de importancia fitopatológica

Albugo.

Los esporangióforos en este género son cortos y se forman en grupos compactos (pústulas) bajo la epidermis del hospedante. Al romperse la epidermis, las pústulas liberan un polvo blanco formado por los esporangios. Todas las especies del género Albugo son parásitos obligados y causan las enfermedades llamadas “royas blancas”.

Rhizopus.

Las especies de este género tienen esporangióforos aéreos largos y gruesos, sin ramificaciones; los esporangios son globosos y de gran tamaño, producen al madurar masas polvosas y oscuras de esporangiosporas. Las especies de Rhizopus crecen abundantemente en materia orgánica y a menudo causan pudrición de órganos vegetales carnosos y de productos elaborados como pan, jaleas, etc.;


CLASE ASCOMICETES

Las características más sobresalientes de la Clase Ascomicetes son:
a. Micelio septado, es decir, formado por hifas con paredes transversales.
b. Esporas (ascosporas) producidas en sacos llamados ascas, generalmente en número de ocho en cada asca.
        
Los Ascomicetes se clasifican en base a la presencia o ausencia de ascocarpos y a la forma de los ascocarpos. El ascocarpo es el cuerpo fructífero dentro del cual se forman las ascas. La mayoría de los Ascomicetes producen las ascas en apotecios, peritecios o cleistotecios.
Los apotecios son ascocarpos abiertos en forma de copa o de disco Whetzelinia. Los peritecios son ascocarpos semi cerrados, en forma de frasco, con una apertura llamada ostiolo; a menudo se encuentran embebidos en un estroma (Ceratocystis, Mycosphaerella, Gibberella). Los cleistotecios son ascocarpos cerrados, que se abren cuando están maduros

Ciclo de vida de un Ascomicete

Esta clase contiene miles de especies, incluyendo saprofitos, parásitos facultativos y parásitos obligados. Entre las especies fitopatógenas se encuentran diversos grados de complejidad en cuanto a ciclos de vida, dependiendo de las estructuras de cada especie y la relación que tenga con su o sus hospedantes. Para ilustrar esto, puede servir de ejemplo la especie Mycosphaerella musicola, que causa la sigatoka del banano y otras musáceas. Infección Sigatoka.pptx
Los peritecios de este hongo pueden permanecer durante períodos no muy prolongados de sequía en las hojas viejas del banano. Al volver las lluvias, los peritecios embeben agua y se activan; las ascas se levantan una a una hasta el ostiolo y expulsan las ascosporas, que son arrastradas por corrientes de aire en todas direcciones. Las ascosporas que se depositan en hojas jóvenes de banano, se adhieren a la cutícula de la hoja y ahí germinan.
El tubo germinativo se extiende sobre la cutícula y penetra por un estoma hasta alcanzar la cavidad sub estomática en donde se ramifica. En el punto en donde se inició la infección aparece luego una manchita amarillenta, que crece y se torna oscura, casi negra.
En estas lesiones se producen esporodoquios, que son grupos de conidióforos que emergen por los estomas y corresponden a la fase asexual. Los conidios, que se forman sobre los conidióforos, son hialinos y multicelulares (tipo género Cercospora, de los Hongos Imperfectos). Se diseminan por el salpique del agua de lluvia, y de esa manera contribuyen a que la enfermedad se extienda a las hojas vecinas. También penetran preferentemente en hojas jóvenes.
En tanto, las lesiones han seguido expandiéndose y empiezan a secarse en el centro; en las áreas de la hoja donde hay muchas lesiones (ápice y borde) se forman grandes parches necróticos. El vigor de la planta, así como el peso y la calidad de la fruta, se reducen proporcionalmente al área foliar necrosada.
En las lesiones maduras, donde el tejido seco aparece casi blanco, empiezan a desarrollarse los peritecios y los espermagonios; ambas son estructuras de forma globosa, inmersas en el tejido seco. Los espermagonios producen espermacios, pequeñas esporas no infeccio­sas, que funcionan como gametos masculinos. Cuando llueve, el agua arrastra los espermacios y muchos van a dar a los protoperitecios (peritecios sin fertilizar); entonces ocurre la fertilización, formándose núcleos diploides en las células madres aséales. En los peritecios ferti­lizados se desarrollan entonces varias aseas, cada una con ocho ascosporas. Cuando maduran las ascosporas y se mojan los peritecios, las ascosporas son expulsadas una a una. Este ciclo se repite una y otra vez durante la estación lluviosa, simultáneamente con el ciclo asexual de conidióforos y conidios.

Géneros de importancia fitopatológica

Erysiphe, Podosphaera, Sphaerotheca, Uncinula.

Todos estos géneros pertenecen a la misma familia y se les llama colectivamente "mildius polvosos", "mildius polvorientos", "cenicillas" o "mohos blancos". Este es un grupo con características morfológicas y patogénicas muy particulares y diferentes de los demás hongos que atacan el follaje.

Géneros de importancia fitopatológica

Los ascocarpos son cleistotecios y los conidios se producen en conidióforos con forma de columnas erectas, sobre micelio externo, formando en conjunto una capa polvosa y blancuzca en la superficie de las hojas y tallos; solamente los haustorios penetran las células epidermales. Todos los mildius polvosos son parásitos obligados y por lo general requieren un ambiente seco para desarrollarse. El estado imperfecto o asexual se conoce con el nombre de Oídium.
        
Ceratocystis.

Produce peritecios de cuello muy largo y conidios en masas, que por lo general son diseminados por insectos. Algunas especies atacan la madera y otras producen marchitamiento.

Rosellinia.

Muchas de las especies de este género viven en el suelo y atacan el tallo y las raíces de las plantas leñosas, causando diversos tipos de necrosis y marchitamiento.

Gibberella.

Muchas de las especies de este género causan lesiones necróticas en las raíces, tallos y granos de las gramíneas; los peritecios son superficiales, con ascosporas fusiformes tri o tetra celulares.
Los conidios son del tipo Fusarium.

Mycosphaerella.

Este género es muy extenso y sus especies causan diversas lesiones foliares. Produce peritecios inmersos en el tejido enfermo y ascosporas hialinas bi celulares. Los conidios son del tipo Cercospora, Ascochyta, Septoria o Ramularia.

Glomerella.

Causa las llamadas "antracnosis", que consisten en necrosis y pudriciones de diversa índole. Produce peritecios de cuello largo, con ascosporas hialinas, curvadas y unicelulares. Los conidios son del tipo Colletotrichum.

Diaporthe.

Especies de este género causan necrosis en frutos y tallos. Se caracteriza por sus peritecios de cuello largo, sumergidos en un estroma, con ascosporas hialinas bicelulares. Los conidios son del tipo Phomopsis.

Whetzelinia y Monilinia.

Estos dos géneros pertenecen a la misma familia; se caracterizan por producir apotecios carnosos, en forma de plato, que se forman sobre esclerocios. Las aseas forman un himenio en la cara interna del apotecio y producen ascosporas ovaladas e hialinas. Muchas de las especies producen pudriciones de frutos y otros órganos carnosos. Cuando se producen conidios estos son de tipo Monilia.


CLASE DEUTEROMICETES
(HONGOS IMPERFECTOS)

En esta clase se agrupan todos los hongos cuya fase sexual no se conoce. La mayoría de los Hongos Imperfectos son similares a los estados conidiales de los Ascomicetes, de manera que se pueden considerar como Ascomicetes cuya fase sexual se ha perdido en el proceso evolutivo, o existe pero aún no se ha descubierto.     
A menudo ocurre que un mismo hongo ha sido descrito en un sitio como perteneciente a los Hongos Imperfectos, mientras que en otro ha sido descrita la forma perfecta como perteneciente a los Ascomicetes.
El micelio de los Hongos Imperfectos es septado y ramificado, a excepción de las levaduras, que están constituidas por células sueltas o en cadenas cortas. Las células por lo general tienen varios núcleos. Un gran número de las enfermedades de las plantas son causadas por Hongos Imperfectos; de ahí que este grupo sea de gran interés para los fitopatólogos, si bien los micólogos no le dan mucha importancia. Los Hongos Imperfectos se dividen en cuatro órdenes, según el tipo de estructura en la que se producen los conidios: Sphaeropsidales, Melanconiales, Moniliales y Micelia Sterilia.

ORDEN SPHAEROPSIDALES

Los conidios en el Orden Sphaeropsidales son producidos en picnidios, que son cuerpos semi cerrados de forma variada, generalmente esférica o piriforme, con un ostiolo en la parte superior. Los conidio-foros son muy cortos y cubren la pared interna del picnidio, produciendo los conidios en el ápice.

Phyllosticta.

Conidios unicelulares, hialinos; picnidios principalmente en las hojas. Los conidios salen del picnidio en forma de chorro de consistencia viscosa.

Phoma.

Idéntico al anterior pero los picnidios aparecen principalmente en los tallos. (Estos dos géneros deberían unirse en uno solo, ya que hay especies que forman picnidios tanto en tallos como en hojas; por ejemplo, Phoma costarricensis en café).

Phomopsis.

Conidios unicelulares, hialinos, de dos tipos: ovoides y filiformes. Picnidios en hojas y frutos.

Ascochyta.

Conidios bicelulares, hialinos; picnidios generalmente sumergidos en las hojas o los tallos.
        
Diplodia

Conidios bicelulares, oscuros; picnidios semi sumergidos en los tallos y en los frutos.
        
Septoria

Conidios filiformes, multicelulares, hialinos. Picnidios semi sumergidos en el follaje.


ORDEN MELANCONIALES

Los conidios se producen en acérvulos, que consisten de un estroma en forma de plato, cubierto por una capa de conidióforos. El acérvulo se origina bajo la cutícula o la epidermis, que al romperse expone los conidióforos con los conidios en el ápice; éstos aparecen embebidos en una masa viscosa.

Colletotrichum.

 Conidios unicelulares, hialinos  presenta espinas grandes y oscuras ("setas") en el acérvulo.
Colletotrichum sp.(Antracnosis) en raquis de mango 

Colletotrichum sp.(Antracnosis) en fruto de mango
Gloeosporium.

Igual a Colletotrichum, pero sin setas en el acérvulo. Se considera que estos dos géneros deberían formar uno solo, ya que algunas especies producen setas en unos tejidos y en otros no; por ejemplo, Colletotrichum gloeosporioides, en mango. Las enfermedades causadas por ambos géneros se conocen como "antracnosis", sin que esto implique similitud en síntomas. Algunas de las antracnosis más corrientes son las causadas por las especies: C. coffeanum en café; C. phomoides en tomate; C gloeosporioides en mango, cítricos, cacao y aguacate; C. lindemuthianum en frijol y G. musarum en banano. El estado perfecto de estas dos especies corresponde al género Glomerella, de los Ascomicetes.

ORDEN MONILIALES

Los conidios son producidos en cualquiera de las siguientes estructuras:
1) hifas no diferenciadas
2) conidióforos libres
3) sinemas o coremios (grupos de conidióforos largos, unidos en la base y separados en el ápice)
4) esporodoquios (pequeños "almohadones" formados por conodióforós cortos)

Botrytis.

Conidios unicelulares, hialinos, en racimos. Conidióforos ramificados, hialinos, con esterigmas. Algunas especies causan mohos grises en muchas plantas, o crecen como saprofitos.

Aspergillus.

Conidios unicelulares, producidos en numerosas cadenas que forman una esfera visible a simple vista, al extremo de conidióforos erectos. La mayoría son saprofitos, pero algunas especies afectan granos y semillas almacenados; Aspergillus flavus produce la "aflatoxina", que es muy venenosa para mamíferos, al infectar diversos granos usados para alimento.

Penicillium.

Conidios unicelulares, producidos en cadenas sobre conidióforos erectos que se ramifican hacia el extremo, como escobas. La mayoría son saprofitos, pero algunas especies causan pudriciones en órganos vegetales carnosos.

Pyricularia.

Conidios piriformes, hialinos, con una o dos septas. Conidióforos simples hialinos. Causan manchas foliares en las gramíneas.

Helminthosporium.

Conidios oscuros, multicelulares, de septas gruesas. Conidióforos oscuros. Causan manchas foliares en las gramíneas.

Alternaría.

Conidios oscuros, muriformes, a veces en cadenas. Los conidióforos no se distinguen de las hifas vegetativas. Causan manchas en hojas, frutas y tallos.

Thielaviopsis.

Conidióforos oscuros; endoconidios hialinos, unicelulares; clamidosporas oscuras, en cadenas. Causan pudriciones en la parte basal de las plantas.

Cercospora.

Conidios aciculares, hialinos; conidióforos oscuros, a veces con esporodoquios. Causan manchas foliares. Este es uno de los géneros más ricos en especies.

Isariopsis.

Conidióforos en sinemas o coremios; conidios bi o multicelulares, oscuros. Causan manchas foliares.

Fusarium.

Macro conidios en esporodoquios o en hifas no diferenciadas; micro conidios en hifas no diferenciadas; a menudo forman clamidosporas. Muchas de las especies de este género son sólo saprofitas o patógenos muy débiles. Entre los patógenos de importancia hay dos grupos generales:
1) Los que producen pudriciones del tallo y la raíz, incluyendo "mal del talluelo"; por ejemplo, Fusarium solani y F. roseum.
2) Los que producen marchitez vascular, todos variantes de la especie Fusarium oxysporium. Estos últimos viven en el suelo y, por lo general, una vez que se establecen en un terreno determinado persisten por muchos años. F. oxysporium consiste de diferentes formas, cada una de las cuales es específica para una especie de hospedante. Esta enfermedad llamada también "Mal de Panamá" fue la causante de la desaparición de la variedad "Gross Michael", de la zona bananera de Urabá en Colombia y la sustitución por variedades o cultivares resistentes como "Gran Enano", "Valery" y "Williams", que se cultivan actualmente.





ORDEN MICELIA STERILIA

Pertenecen a este orden todas las formas de hongos que no producen esporas. Dos especies son de importancia para la Fitopatología:

Rhizoctonia solani.

Este es un hongo que se encuentra en la mayoría de los suelos del mundo y es capaz de atacar un gran número de hospedantes. Es el más común de los agentes causales del "mal del talluelo" ("damping-off'), así como pudriciones de la raíz y el tallo. Rhizoctonia se caracteriza por un micelio pardo claro, en el que las ramificaciones muestran una constricción en su base, seguida de una septa. Los esclerocios, cuando ocurren, son pequeños y de forma variable. Cuando se ha encontrado el estado perfecto este corresponde a los géneros Corticium, Pellicularia o Thanatephorus, de los Basidiomicetes.

Sclerotium rolfsii.

Este hongo es un patógeno de mucha importancia en los suelos de las regiones cálidas del trópico. Ataca un gran número de hospedantes, produciendo pudriciones radicales y marchitamiento. S. rolfsii se distingue por su micelio blanco de crecimiento rápido, que se extiende en forma de abanico sobre el substrato, y por sus esclerocios esféricos, de 1-2 mm de diámetro, de color pardo oscuro; los esclerocios se encuentran sobre el micelio y en el suelo que rodea la planta enferma.


CLASE BASIDIOMICETES

Las características principales de esta Clase son:
a.      Micelio septado y ramificado, similar al de los Ascomicetes, excepto que predomina la fase dicariótica (dos núcleos haploides por célula). En algunos grupos las hifas forman haces gruesos llamados rizomorfos.
b.      Los hongos de este grupo producen en alguna etapa de su ciclo de vida estructuras llamadas basidios, que tienen forma elongada y sobre los cuales aparecen cuatro basidiosporas. Los basidios pueden consistir de una sola célula o de cuatro.
        
En esta Clase se encuentran las especies más diversas y más evolucionadas de los hongos. Hay cuatro órdenes de importancia fitopatológica: Ustilaginales, Uredinales, Agaricales y Polyporales.


ORDEN USTILAGINALES (CARBONES)

Los miembros del Orden Ustilaginales se caracterizan por producir clamidosporas como producto de la unión sexual, las cuales al germinar producen un basidio (Fig. 15). Los géneros más importantes de este Orden son Ustilago, Tilletia y Sphacelotheca. Tanto los hongos mismos, como las enfermedades que producen, se conocen como carbones, debido a las masas oscuras y pulvurulentas de clamidosporas que se forman en los tejidos afectados.
Los carbones constituyen el ejemplo característico de los llamados saprofitos facultativos, ya que en condiciones naturales sólo se desarrollan sobre hospedantes vivos, pero se pueden cultivar en medios artificiales.
Los carbones infectan únicamente monocotiledóneas, en especial gramíneas. La mayoría sólo penetra en el hospedante en las etapas tempranas de formación de la semilla, o bien en el momento de su germinación, y permanecen semilatentes en el meristemo apical hasta que empieza a formarse la inflorescencia; entonces se desarrollan rápidamente en las partes florales, que se convierten en masas de clamidosporas. Algunas especies de Ustilago, sin embargo, penetran en el tejido meristemático de hojas, tallos y partes florales, provocan tumores y deformaciones en ellos, y producen de inmediato las masas de clamidosporas.


ORDEN UREDINALES
(ROYAS O HERRUMBRES)

Este es un grupo de gran importancia fitopatológica. Los hongos pertenecientes a este Orden pasan por una serie de etapas durante su ciclo de vida y cada etapa se caracteriza por un tipo diferente de esporas: basidio (o promicelio) con basidiosporas (o esporidias), espermogonio con espermacios, ecidio con ecidiosporas, uredo con uredosporas, y telio con teliosporas. Los basidios se originan en las teliosporas.
Todas las royas son parásitos obligados; pueden encontrarse tanto en Antófitas (incluyendo mono y dicotiledóneas) como en Coniferófitas. Pero cada especie en sí es bastante específica en cuanto al hospedante que infecta. Aun más, dentro de algunas especies hay subespecies, que difieren en su especificidad hacia determinado hospedante; por ejemplo, dentro de la especie Puccinia graminis (la roya de los cereales) está P. graminis tritici, que sólo infecta el trigo; P. graminis avenae, específica para la avena; P. graminis secalis, para el centeno, y otros.


ORDEN AGARICALES

En este Orden los basidios no se desarrollan de una espora, sino que se producen sobre láminas delgadas que cuelgan de la parte inferior de un basidocarpo carnoso. En este grupo se encuentran la mayoría de los hongos comestibles y algunos patógenos a las plantas, como Armillaria y Mycena. No hay en este grupo parásitos obligados; las especies fitopatógenas son parásitos facultativos y el resto son saprofitos.


ORDEN POLYPORALES

En este Orden los basidios se forman en basidocarpos de forma muy diversa. El basidocarpo puede variar desde un himenio ralo sobre una capa delgada de micelio (Thanatephorus) hasta una estructura leñosa perenne, con poros diminutos en la superficie inferior (Fomes). Hay en este grupo algunas especies importantes que atacan la madera, tanto en los árboles del bosque como después de cortada.


CLASIFICACIÓN DE LOS FUNGICIDAS

MODO DE ACCION 
-PROTECTANTE O CONTACTO
-ACROPETAL
-BASIPETAL
-DE EFECTO DE PENETRACIÓN O TRANSLAMINAR
-SISTEMATICO TOTAL PARCIAL

CARACTERISTICAS
-PREVENTIVO
-PREVENTIVO, CURATIVO Y ERRADICANTE

SITIO DE ACCION
-GERMINACION
-PENETRACION
-CRECIMIENTO




BACTERIAS FITOPATÓGENAS


El número de enfermedades bacterianas que afecta las plantas superiores es pequeño en comparación con el de las enfermedades fungosas. Hay solamente cerca de 200 especies de bacterias fitopatógenas. Sin embargo, algunas de ellas causan enfermedades sumamente serias, como la quema foliar del arroz, la marchitez vascular de las solanáceas y las musáceas, la quema de los manzanos y perales y las pudriciones suaves de frutas y hortalizas. A pesar de que las bacterias se encuentran en muy diversos hábitats y que desde hace más de un siglo se les conocía como patógenos animales, hubo mucha resistencia a aceptar que algunas bacterias pudieran causar también enfermedades en las plantas; sólo fue al inicio de este siglo que se reconoció su importancia como causantes de enfermedades en las plantas superiores.


MORFOLOGÍA

Las bacterias son organismos unicelulares cuyo tamaño oscila entre 0,3 y 1,0 /Mm de ancho y 0,6 y 4,5 /Mm de largo. Se reproducen rápidamente, por fisión binaria. No tienen núcleo definido, sino que el material genético está distribuido en el citoplasma; no tienen nucléolo ni experimentan la mitosis típica, pero el material genético se distribuye por partes iguales en las dos células hijas que se forman en cada división. Las células carecen de vacuolas y de corrientes citoplásmicas. Se han encontrado casos de traspaso de material genético entre células bacterianas, lo que indica una sexualidad primitiva.
Las bacterias tienen una pared celular, formada por proteínas y carbohidratos (pero sin celulosa), que da a la célula una forma definida. Con excepción de Streptomyces, los géneros de          bacterias fitopatógenas tienen forma de cilindros o varillas cortas, (bacilos). Muchas especies tienen flagelos que       les permiten moverse en agua; la posición y el número de los     flagelos se utilizan en la caracterización de los diferentes géneros.

PATOGENICIDAD BACTERIAL

Son muy pocas las especies de plantas cultivadas que no son atacadas por enfermedades bacterianas; hay muchos cultivos, como tomate y frijol, que sufren de cuatro, cinco o más bacteriosis. La mayoría de las especies de bacterias fitopatógenas tiene varios hospedantes, a veces en familias muy distantes taxonómicamente unas de otras; Pseudomonas solanacearum ataca al tomate, la papa, el tabaco, el maní, el jengibre y otros; Erwinia carotovora ataca a la cebolla, la zanahoria, la papa, el repollo y muchos más.
Entre las enfermedades bacterianas se pueden encontrar tipos tan variados en sintomatología como entre las enfermedades fungosas. Hay casos de podredumbres suaves debidas a la disolución de la lámina media de las paredes celulares (Erwinia carotovora en órganos carnosos); lesiones localizadas en hojas y frutos, en que no se encuentran bacterias en el tejido normal alrededor de la lesión (Xanthomonas malvacearum en algodón); necrosis extensivas del follaje y el tallo, en que las bacterias se encuentran dispersas en el tejido circunvecino a la lesión (Xanthomonas oryzae en arroz); marchiteces debidas a acumulación de sustancias, tanto de origen bacteriano como del tejido del hospedante, en los conductos del xilema (Pseudomonas solanacearum); agallas debidas a estímulos celulares que resultan en hiperplasias e hipertrofias (Agrobacterium tumefasciens).
Muchas bacterias penetran en la planta por los estomas, o aperturas similares; para esto, necesitan desplazarse a través de una gota o película de agua para llegar a la cavidad subestomática. Casi todas las bacterias que causan necrosis foliares penetran en esta forma. Las bacterias que causan marchiteces, podredumbre suave o agallas necesitan heridas para penetrar. Ninguna bacteria es capaz de penetrar directamente en el hospedante, porque no son capaces de atravesar la cutícula y las capas de corcho.
A pesar de su fragilidad, las bacterias son tan numerosas, y penetran con tanta rapidez en la planta, que a menudo escapan a la acción de pesticidas superficiales y causan ataques destructivos, cuando las condiciones ambientales, especialmente la humedad, son favorables. Una vez dentro de los tejidos del hospedante las bacterias se multiplican rápidamente hasta alcanzar millones, especialmente en órganos jóvenes y suculentos. A medida que maduran los tejidos, disminuye el contenido de humedad y de nutrimentos disponibles, al tiempo que aumenta el grosor de las paredes celulares y aparecen otras barreras, mecánicas y químicas. Todo esto limita el avance de las bacterias y en muchos casos lo detiene.


MANTENIMIENTO Y DISEMINACIÓN

Si bien ninguna bacteria fitopatógena es parásito obligado, la mayoría necesita cierto grado de asociación con su o sus hospedantes para sobrevivir épocas desfavorables. Ninguna especie fitopatógena forma esporas y sólo unas pocas especies sobreviven saprofíticamente en el suelo por mucho tiempo, debido a la competencia con otros microorganismos y a la necesidad constante de humedad. Muchas bacterias foliares, sin embargo, permanecen por un tiempo en hojas caídas y otros residuos de cosecha, protegidas de la desecación por capas de mucílago seco y células muertas. Otras son llevadas en la semilla u otros órganos de propagación (tubérculos, estolones). Algunas sobreviven en las raíces de hospedantes silvestres. Sólo unas pocas, como Erwinia carotovora y Agrobacterium tumefasciens, pueden permanecer en el suelo por varios años.

Recientemente se ha encontrado que algunas bacterias que atacan el follaje de plantas perennes pueden sobrevivir como epífitas sobre la superficie de las hojas; estas bacterias permanecen latentes en intersticios microscópicos, protegidas por mucílago, células muertas y exudados secos de la planta.

Las bacterias fitopatógenas no sobreviven si son acarreadas por el viento como células individuales; pero pueden ser diseminadas por el salpique de la lluvia, el movimiento de agua del suelo, las labores de cultivo, los insectos o los nematodos. En general el medio de diseminación depende del tipo de hospedante y del órgano del mismo donde ocurra la infección. La severidad de las enfermedades bacterianas es muy variable; una misma bacteriosis en determinada localidad puede ser muy severa o muy leve; en un mismo plantío, puede desarrollarse rápidamente, detenerse en forma súbita y luego volver a avanzar. Estos altibajos en severidad reflejan el marcado efecto de las variaciones climáticas, en especial de la humedad, sobre la diseminación de las bacterias.



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